¿Qué tipos de sedación consciente se pueden aplicar?
En cualquiera de sus modalidades, la sedación consciente es una técnica apropiada para distintos perfiles de paciente: quienes sienten miedo o reparo a acudir a la clínica dental, aquellos que se enfrentan a intervenciones quirúrgicas largas y, por último, las personas que están bajo medicación y precisan de mayor atención.
Cualquier persona puede solicitar la sedación consciente, aunque el anestesista de nuestro equipo debe realizar un sencillo cuestionario previamente para comprobar si esta técnica es una opción viable para el paciente por su estado de salud.
Sedación consciente por vía oral
La sedación consciente por vía oral que llevamos a cabo en nuestra clínica dental de Montecanal (Zaragoza) es una técnica poco intrusiva. Consiste en la administración de un medicamento sublingual momentos antes de que se comience con el tratamiento. De este modo se consigue que el paciente esté muy relajado y se disminuyan las sensaciones asociadas a la intervención sin llegar a entrar en una fase inicial de sueño.
En la aplicación de la sedación consciente por vía oral, el experto puede elegir entre un amplio espectro de medicamentos para decantarse por aquel o aquellos que más se ajusten al perfil del paciente, a su cuadro médico y al tipo de intervención a la que se enfrente.
Con la sedación consciente por vía oral, logramos una ansiolisis efectiva y de rápida instauración. Sin presentar efectos adversos en el postoperatorio más inmediato.
También planteamos la alternativa de administrar la misma medicación a través de un dispositivo intranasal, el cual es ampliamente aceptado y tolerado por el paciente, obteniendo un efecto clínico óptimo en cuestión de escasos minutos.
Sedación consciente intravenosa
La sedación consciente intravenosa, la cual supone nuestra técnica que goza de una mayor potencia y efectividad, consiste en la canalización de una vía periférica de mediano/pequeño calibre, para poder proceder a la administración intravenosa de los fármacos ansiolíticos, consiguiendo un efecto ansiolítico y placentero, que es superior cuando lo comparamos con las dos técnicas citadas con anterioridad.
De manera previa al inicio de dicha técnica, se procede a la realización de un cuestionario básico preoperatorio, así como una monitorización básica no invasiva, para poder tener al paciente controlado y monitorizado correctamente.
De esta manera, podemos ofrecer la mayor seguridad a los pacientes que deciden elegir la sedación consciente intravenosa.