La higiene bucodental es importantísima tanto en adultos como en niños. Sin embargo, muchos padres no saben cuándo es conveniente empezar a llevar a los pequeños al dentista y se sorprenden de la presencia de patologías como la caries del biberón, que pueden aparecer en bebés de muy corta edad.
Tal y como asegura la Sociedad Española de Odontopediatría “SEOP” y la Academia Americana de Odontopediatría “AAOP”, es recomendable que la primera visita al dentista se realice antes del primer año, es decir, en torno a los 6 o 7 meses, que es cuando comienzan a erupcionar los primeros dientes de leche.
¿Es necesario llevar a mis hijos al dentista?
Pese a que muchos padres consideran que no es necesario cuidar los dientes provisionales porque en algún tiempo serán sustituidos por la dentición definitiva, deben tomar consciencia de que cualquier patología o problema que aparezca en estos dientes afectará, de alguna manera, a las piezas definitivas. Por eso, a partir de los 6 meses también se deben seguir ciertas pautas de higiene dental como las siguientes:
- Limpiar las encías con una gasa húmeda o un dedal de silicona desde el primer mes para eliminar los restos de leche que puedan quedarse atrapados en el tejido gingival.
- Cuando erupcione el primer diente debemos limpiar toda la boca de los niños (encías, lengua, paladar, dientes, etc.) al menos dos veces al día.
- Cuando los niños cumplan el año, la limpieza bucal se hará ya con un cepillo de dientes, utilizando solo agua o muy poca cantidad de una pasta dental.
Principales problemas dentales en bebés y niños
En nuestra clínica dental en Montecanal, visitamos a niños de todas las edades, porque estamos convencidos de que el cuidado de los dientes desde pequeños es esencial para evitar futuros problemas.
Por ello, hacemos hincapié en enseñar a los niños buenos hábitos de higiene diaria que prevengan algunos de los problemas más comunes entre los pequeños, entre los que destacan:
- Caries: La caries puede aparecer a cualquier edad, incluso en los dientes recién erupcionados (caries del biberón), pues detrás de ella se encuentra, fundamentalmente, una higiene bucodental deficitaria. Además, si no se trata adecuadamente, puede llevar a la pérdida de las piezas dentales. Por eso, entre las principales medidas para evitar su aparición se encuentran las revisiones periódicas cada seis meses, la aplicación de flúor y el empleo de sellados en las fisuras.
- Maloclusión: A partir de los seis años, cuando el niño debería contar ya con todas las piezas de leche, es recomendable que visite al ortodoncista por primera vez para poner remedio, si fuera necesario, a problemas como la mala oclusión dental, que puede desencadenar en otras patologías.
- Traumatismos dentales: Los traumatismos son muy frecuentes en los niños, que comienzan a caminar, a practicar deporte y a jugar, y pueden ocasionar la pérdida de un trozo de pieza dental o de un diente completo. En estos casos debemos llevarlos al dentista cuanto antes para reconstruir el trozo de diente ausente o reimplantar el diente caído en el caso de que fuera definitivo.